¿Se
debe permitir en el país el matrimonio entre
parejas homosexuales?
Hombre y mujer |
Desde
hace varios años se ha debatido en la sociedad dominicana
el hecho de si se
debe permitir o no el casamiento entre parejas del mismo sexo. Personas que se
benefician directa o indirectamente con esto, apoyan esta decisión aunque viole
leyes nacionales y principios cristianos. Otras personas, que sí tienen valores
y principios no apoyan esta ley ya que tienen el convencimiento de que el
objetivo de todo esto es cumplir con la agenda de otro país y lesionar la
soberanía nacional. La interrogante obligatoria es ¿se debe o no aprobar una
ley
para debilitar la nación?
El
matrimonio entre parejas homosexuales es un hecho inconstitucional, ya que la
Carta Magna dominicana establece que el matrimonio es la decisión o unión libre
entre un hombre y una mujer. La Ley es la ley! Esta es clara y precisa y no
debe ser violada para cumplir con la agenda de otra nación. Por ende, la
violación de esta Ley es un hecho impensable y su quebrantamiento debe ser
castigado por la justicia.
Para defender su postura, muchos son los
que declaran que esto es un derecho humano, cosa que muchos creen por
ignorancia. Sin embargo, lo cierto es que en la ratificación de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos llevada a cabo por la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) en 1948, fueron planteados 30 artículos, los cuales
contienen los 30 derechos humanos existentes, y el contraer matrimonio con una
persona del mismo sexo no es uno de ellos. Si las personas leyeran las fuentes
de dónde los pro-gay sacan estas informaciones, nunca las encontrarían, ya que
no existen.
Los grupos pro-gay, iniciando por la
comunidad LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgénero), atacan a sus
opositores mediante campañas “anti-homofobia” llevadas a cabo mediante los
medios de comunicación, llamando homofóbico y discriminatorio a todo aquel que
no apoye lo que ellos profesan. El deseo de estas personas (el cual se
encuentra en la agenda de otras naciones) es que se viole la Constitución dominicana,
queriendo que se violen de los
principios y valores cristianos que han caracterizado a nuestra nación desde su
fundación. Es deber de todo aquel ciudadano consciente y respetuoso buscar la manera de mejorar la situación del
país y divulgar el cumplimiento de las leyes que nos rigen y controlar los
caprichos personales e individuales. No
se debe complacer los intereses de otros estados, haciendo de nuestra patria
una nación bananera.
Los valores de una nación se deben imponer
por encima de la moda y sin importar el tiempo en el cual se esté viviendo,
mucho menos si se hace con fines eminentemente políticos. Dice la Biblia en el
libro de Levíticos: No te echarás con varón como con mujer, es abominación
(Reina Valera 1960, Lev.18.22). Es un hecho antinatural, y por ende,
anticristiano. En esta nación se deben mantener los valores que nos han
caracterizado siempre, no aprobando cosas que destruyan los principios en los
cuales fue cimentada esta patria.
En
la República Dominicana no se deben decretar leyes de esta índole, ya que esto
sería dejar que la soberanía fuese violada, y si esto se permitiera no sería
violación, sería renunciar a nuestra propia identidad. Si en la República
Dominicana se aprobara el casamiento entre personas del mismo sexo, la
soberanía nacional quedaría muy afectada, debido a que se estarían cumpliendo
los objetivos de potencias extranjeras en este país, y en el caso de la
política, hay muchos funcionarios que están dispuesto a todo para mantenerse en
el poder. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Deberíamos callar ante situaciones de
esa naturaleza? En este caso, no existe la libertad de expresión en República
Dominicana.
Bibliografía:
·
Constitución
de la República Dominicana, Ciudad de Santo Domingo, (Junio de 2015).
·
Declaración
Universal de los Derechos Humanos, París, Francia, (Diciembre de 1948).
·
Santa
Biblia, Reina Valera (1960).