viernes, 15 de abril de 2016

Ensayo de Víctor Sánchez (2015-0251)

¿Se debe permitir en el país el matrimonio entre  parejas homosexuales?

Hombre y mujer
Desde hace varios años se ha debatido en la sociedad dominicana 
el hecho de si se debe permitir o no el casamiento entre parejas del mismo sexo. Personas que se benefician directa o indirectamente con esto, apoyan esta decisión aunque viole leyes nacionales y principios cristianos. Otras personas, que sí tienen valores y principios no apoyan esta ley ya que tienen el convencimiento de que el objetivo de todo esto es cumplir con la agenda de otro país y lesionar la soberanía nacional. La interrogante obligatoria es ¿se debe o no aprobar una 
ley para debilitar la nación?

El matrimonio entre parejas homosexuales es un hecho inconstitucional, ya que la Carta Magna dominicana establece que el matrimonio es la decisión o unión libre entre un hombre y una mujer. La Ley es la ley! Esta es clara y precisa y no debe ser violada para cumplir con la agenda de otra nación. Por ende, la violación de esta Ley es un hecho impensable y su quebrantamiento debe ser castigado por la justicia.

Para defender su postura, muchos son los que declaran que esto es un derecho humano, cosa que muchos creen por ignorancia. Sin embargo, lo cierto es que en la ratificación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos llevada a cabo por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1948, fueron planteados 30 artículos, los cuales contienen los 30 derechos humanos existentes, y el contraer matrimonio con una persona del mismo sexo no es uno de ellos. Si las personas leyeran las fuentes de dónde los pro-gay sacan estas informaciones, nunca las encontrarían, ya que no existen.

Los grupos pro-gay, iniciando por la comunidad LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgénero), atacan a sus opositores mediante campañas “anti-homofobia” llevadas a cabo mediante los medios de comunicación, llamando homofóbico y discriminatorio a todo aquel que no apoye lo que ellos profesan. El deseo de estas personas (el cual se encuentra en la agenda de otras naciones) es que se viole la Constitución dominicana, queriendo que se violen  de los principios y valores cristianos que han caracterizado a nuestra nación desde su fundación. Es deber de todo aquel ciudadano consciente y respetuoso  buscar la manera de mejorar la situación del país y divulgar el cumplimiento de las leyes que nos rigen y controlar los caprichos personales e individuales.  No se debe complacer los intereses de otros estados, haciendo de nuestra patria una  nación bananera.

Los valores de una nación se deben imponer por encima de la moda y sin importar el tiempo en el cual se esté viviendo, mucho menos si se hace con fines eminentemente políticos. Dice la Biblia en el libro de Levíticos: No te echarás con varón como con mujer, es abominación (Reina Valera 1960, Lev.18.22). Es un hecho antinatural, y por ende, anticristiano. En esta nación se deben mantener los valores que nos han caracterizado siempre, no aprobando cosas que destruyan los principios en los cuales fue cimentada esta patria.

En la República Dominicana no se deben decretar leyes de esta índole, ya que esto sería dejar que la soberanía fuese violada, y si esto se permitiera no sería violación, sería renunciar a nuestra propia identidad. Si en la República Dominicana se aprobara el casamiento entre personas del mismo sexo, la soberanía nacional quedaría muy afectada, debido a que se estarían cumpliendo los objetivos de potencias extranjeras en este país, y en el caso de la política, hay muchos funcionarios que están dispuesto a todo para mantenerse en el poder. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Deberíamos callar ante situaciones de esa naturaleza? En este caso, no existe la libertad de expresión en República Dominicana.

Bibliografía:
·         Constitución de la República Dominicana, Ciudad de Santo Domingo, (Junio de 2015).
·         Declaración Universal de los Derechos Humanos, París, Francia, (Diciembre de 1948).

·         Santa Biblia, Reina Valera (1960).

miércoles, 6 de abril de 2016

Ensayo de Perla Ceballos ( 2015-0436)

Perla Ceballos 
¿Se debe distribuir preservativos (anticonceptivos) en las escuelas y centros educativos?

Las relaciones sexuales entre los adolescentes han constituido uno de los temas más controversiales de la actualidad ya que diversas instituciones del Estado han mostrado interés en buscar soluciones alternativas para controlar esta problemática. Una de estas disyuntivas ha sido la distribución de preservativos en las escuelas y centros educativos, lo cual ha causado una gran polémica en los países donde dicha medida ha sido implementada. En virtud de que gran parte de los sectores involucrados afirman que la misma incentiva la práctica de sexualidad irresponsable, se considera que no es debida la distribución de preservativos (anticonceptivos) en las escuelas y centros educativos. De igual manera, esta política va en contra de los lineamientos morales y sociales que otorgan a los padres un rol trascendental en lo que respecta a la educación sexual de sus hijos.

La escuela debe jugar un rol de orientación y formación en cuanto a temas tan ligados a la moral y fomentación de los valores de la persona como lo es la práctica de relaciones sexuales durante la adolescencia. Es en este contexto donde los centros educativos constituyen la plataforma ideal para complementar las conductas y valores aprendidos en el seno familiar, el cual es el escenario indicado a trazar las pautas a seguir para la formación de sus miembros. Así  las cosas, se afirma que con la distribución de anticonceptivos, se han extralimitado respecto a sus funciones que bien pudieran ser implementadas por otros órganos del Estado como lo es el Ministerio de Salud. (recuperado el día 19 de marzo del 2016 de  http://www.eldiario.com.ar/diario/interes-general/15777-opinan-autoridades-sobre-preservativos-en-la-escuela.htm)

Si bien es cierto que la distribución de los preservativos en los centros educativos podrían ayudar a disminuir el porcentaje de embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual en los adolescentes, no menos cierto es que en vez de mejorar la situación, esta provocará una incrementación del fenómeno. Si se proporcionan a los jóvenes productos de esta naturaleza, indirectamente se estará enviando un mensaje de aprobación a la práctica de relaciones sexuales a temprana edad lo cual, a largo término, agravará esta problemática. Confirmando este criterio, en declaraciones a ACI Prensa el 4 de marzo, María Augusta Teale afirmó que: “se ha demostrado que en otros países donde estas campañas de anticonceptivos se han dado, como es el caso de Inglaterra, la tasa de embarazo realmente ha subido muchísimo”. (Recuperado el día 20 de marzo del 2016 de https://www.aciprensa.com/noticias/distribucion-masiva-de-anticonceptivos-promueve-promiscuidad/)

Otra de las razones fundamentales por las cuales el sector educativo no tiene aptitud para  llevar a cabo este tipo de campaña, es que el uso de anticonceptivos va en contra de los principios religiosos y por tanto, contra los aspectos morales del individuo, algo que este sector debe fomentar en su máxima expresión. En este sentido la Iglesia Católicamanda a que sus fieles sigan los principios de la castidad motivo por el cual considera que el uso del preservativo  va en contra de los mismos. Así las cosas, resulta irónico que los centros de enseñanza y formación sean los primeros en promover políticas que difieran de estos mandatos.

La distribución de anticonceptivos en las escuelas y centros de enseñanza debe ser completamente censurada debido a que tal y como hemos argüido, las escuelas deben concentrarse exclusivamente en su rol de formación en cuanto a educación sexual se trata, la cual puede perfectamente ser llevada a cabo mediante charlas, conferencias que tiendan a orientar a los adolescentes en temas de tanta importancia para su desarrollo durante esos años como lo es la sexualidad responsable. Puede que sea conveniente implementar tal medida pero lo que realmente se debate es que el sector educativo no es el escenario más preciso para llevarla a cabo dicha medida ya que el tema de la sexualidad es correspondiente a tratar por los padres y son ellos quienes deciden qué postura implementar en sus hijos ante  tal cuestión.