jueves, 3 de mayo de 2018

Reseña de Ámbar Aimé Flores ( 2017 - 0498)


¿Cuál sexo fuerte? ( Primera parte del libro Intimidades Masculinas, de Walter Riso)

Ámbar Aimé Flores
Los hombres no son tan fuertes como lo afirma la cultura machista que predomina en nuestras sociedades; sin embargo, esto no significa que sean menos hombres, sino más humanos. Es decir, no forma parte de la identidad del varón normal esa cultura legendaria que pretende calificar a todos los hombres como héroes, libres de temores y debilidades. La masculinidad que defiende el psicólogo argentino Walter Riso en el acápite ¿Cuál sexo fuerte? de su libro «Intimidades Masculinas»(1998), no está condicionada a las creencias arcaicas que, irónicamente, rigen el mundo moderno. Con un total de 25 obras publicadas en 12 idiomas distintos, este autor oriundo de Italia se ha dedicado profundamente a influir en la calidad de vida de las personas utilizando como herramienta la terapia cognitiva que ha perfeccionado durante su ejercicio profesional. 

A lo largo de la primera parte de «Intimidades Masculinas», Walter Riso se propone desmentir la creencia retrógrada de que el hombre para ser hombre debe poseer una incuestionable fortaleza física y emocional, aunque esto implique sufrimiento. Pues, el autor defiende que la debilidad y el dolor no son sentimientos vergonzosos para ninguno de los géneros, ya que al final son justamente estas emociones las que evidencian nuestra humanidad. Por lo tanto, Riso explica cómo la identidad del hombre, desde su niñez, va quedando suprimida por las presiones de una sociedad que, utópicamente, quiere convertirlo en un héroe carente del derecho a sentir miedo. Para justificar lo irracional de este patrón tradicional machista, él pone en evidencia varios temores masculinos inevitables y, aunque muchos quieran negarlo, comunes en casi todas las culturas.

El miedo a demostrar temor, a no ser amados y a fracasar son tres de las muchas debilidades masculinas que el varón tradicional ha querido encubrir para no afectar así su frágil máscara de valentía sobrenatural. Walter Riso desarrolla la primera parte de su libro incitando a la nueva masculinidad a defender su derecho a demostrar estos temores, pues este afirma que para ser hombre no hay que fingir una fortaleza que nunca se quiebre. Por lo tanto, Riso defiende la aceptación del miedo como un sentimiento intrínseco e innegable del ser humano, así como la necesidad de que los hombres rechacen esa dependencia que crean hacia el amor, y que aprendan a dispensarlo más que recibirlo, para así ser capaces de soportar en un futuro la posible soledad afectiva; y por último, el derecho a perder, a equivocarse y a aceptar que la valía humana se define a través de la persona, y no de.las.posesiones. 

Como mujer me resultó extraño escuchar a un hombre afirmar que no es en realidad tan fuerte como aparenta, lo que no es más que una prueba de lo bien arraigada que está la cultura machista tanto en los hombres como en las mujeres. Y lo peor de esto es que, a pesar de lo irracional de la misma, somos nosotros mismos, como sociedad, quienes la promovemos a futuras generaciones. Siempre me he considerado partidaria de la igualdad de géneros; no obstante, este primer acápite me sorprendió bastante, ya que no es fácil dejar de lado las etiquetas que están colocadas sobre nosotros desde que nacemos según nuestro género. Así, como asegura el autor en el penúltimo párrafo de la página 8, «Un hombre débil puede ser tan varonil como femenina una mujer fuerte». No somos solamente las mujeres las víctimas de la cultura, ¿por qué es tan difícil aceptarlo? Pienso que ya es hora de dejar atrás esta mentalidad, superar esa herencia arcaica machista y aprender, de una vez por todas,.que.tu.sexo.no.puede.limitar.tu.humanidad.

En síntesis, en ¿
Cuál sexo fuerte?primera parte del libro Intimidades Masculinas,  el hábil escritor Walter Riso deja entrever el surgimiento de una nueva masculinidad que se niega a seguir fomentando ese pensamiento machista que adoptamos ilógicamente como forma de vida. Este es un libro de crítica para los conservadores y defensores a muerte de un patrón tradicional que, indudablemente, se ha encargado de defender el sufrimiento varonil como una necesidad para alcanzar la fortaleza, y no como un derecho que todo ser humano posee. Por esta razón, ya que me ha parecido revelador y necesario para poder avanzar como civilización y crecer como persona, recomiendo esta obra a todo aquel público que se permita enjuiciar el valor de lo que aquí se defiende, dejando de lado los prejuicios y las presiones sociales.

 
Bibliografía:
Riso,.W..(1998)..Intimidades.Masculinas..Ed..Norma,,
Bogotá.

domingo, 12 de noviembre de 2017

Reseña de Anabel Inoa ( 2016-1595)


Anabel Inoa
A través del tiempo se ha creado una imagen del sexo masculino que se ha ido convirtiendo en expectativa de lo que este debe ser. En el apartado “¿Cuál sexo fuerte?”, del libro Intimidades Masculinas, su autor; el pedagogo y escritor italiano Walter Riso, nos muestra cómo a través de la historia se produce la construcción de un molde en el que el hombre se espera que encaje,  un molde que comprende todos los aspectos físicos y psicológicos, y que por momentos, estas características pueden resultar paradójicas y contradictorias en sí mismas.

La ironía de la expectante fortaleza del hombre se encuentra en la representación de que este, en un ámbito anatómico, ha de tener los músculos bien definidos y de gran tamaño para evitar toda imagen raquítica y débil. Además, debe en todo momento mostrarse valiente y sin miedo, ya que de acuerdo a este tipo de conducta en circunstancias de sufrimiento o severa frustración (física o mental) es reconocida su virilidad y masculinidad. Pero al mismo tiempo, tiene la responsabilidad de ser sensible a lo que lo rodea y no mostrarse indiferente a las situaciones problemáticas del momento.

En ¿Cuál sexo fuerte? , salen a relucir tres debilidades psicológicas masculinas. Una de ellas es el miedo al miedo; cuando el hombre expresa miedo es sinónimo de cobardía, lo que causa la depreciación del miedoso y exclusión de toda admiración que se tenía del mismo. Otra debilidad es el miedo a estar afectivamente solo, pese que el hombre ha de mostrarse fuerte e independiente, tiene miedo a la soledad y pérdida afectiva, por parte de la mujer, en especial. Por último, el miedo al fracaso. El éxito es lo que muchos esperamos alcanzar, pero hay momentos en que la realidad nos atrapa y conquistar nuestras metas se torna en un proyecto lejano. El hombre cuando se encuentra imposibilitado se encierra en sí mismo,  pues saber perder no es una de sus virtudes; fallar le deteriora la confianza, ya que no quiere ser visto como un fracaso, no solo ante la sociedad, sino ante sí mismo.

En torno a lo antes expuesto, Rizo rectifica que los hombres tienen el derecho de no mostrarse “fuertes” todo el tiempo sin que se afecte su masculinidad y virilidad; por consiguiente, siguen siendo seres humanos que tienen emociones y sentimientos aunque no sepan expresarlos. Los estándares impuestos para el hombre son limitaciones al entendimiento e imponen barreras a la comunicación y comprensión, porque las expectativas a su conducta encubren su verdadero ser y la esencia que lo caracteriza.

En síntesis, la idiosincrasia del hombre ha afectado su papel en la familia, en sus relaciones y en la sociedad. “¿Cuál sexo fuerte?” pone en evidencia la manera en que la sociedad estigmatiza la imagen del hombre, lo cual es un tema de gran importancia, porque nos hace visualizar al sexo opuesto desde una perspectiva diferente. Y saca a relucir que vivimos en un mundo estereotipado, en el cual la imagen del hombre y la mujer son estandarizadas; no solo marca una diferencia en su estructura biológica, sino también en lo particular social y cultural.



Reseña de Sarah Latorre (2017-1300)

Sarah  Latorre 

En la primera parte ¿Cuál sexo fuerte?) del libro Intimidades Masculinas, Walter Riso hace referencia a la vulnerabilidad del hombre y a los distintos paradigmas que la sociedad crea entorno al mismo. El psicólogo argentino, ayuda a los lectores a comprender el pensamiento masculino y la forma del hombre de ver la vida. Siguiendo esa línea, Riso traza los límites en los cuales la sociedad espera que el hombre encaje.

El autor hace énfasis en que la fortaleza física no determina el nivel de masculinidad de un hombre, a diferencia de lo que los ideales tradicionales consideran. Son estos ideales los que provocan que la auto-aceptación y auto-estima del hombre se sustente en la forma de su cuerpo. Según lo que expone Riso, ser débil no le arrebata lo varonil a un hombre. Debido a lo anterior, se deduce que la concepción de masculinidad no se fundamenta en nociones machistas, en la musculatura de un varón o en tratar que el hombre sea un superhéroe que siempre triunfa en todas sus batallas.

El autor enumera tres debilidades psicológicas del hombre que justifican su manera de actuar en muchas ocasiones. La primera de ellas es el miedo al miedo, donde se hace referencia al hecho de que si un hombre es temeroso es visto como débil, y esto pone en peligro su honor y hace que sea seriamente cuestionado. La segunda es el miedo a estar afectivamente solo, pues el hombre como tal necesita estar acompañado, apoyado y recibir afecto. La tercera es el miedo al fracaso, donde se expone que la competencia es uno de los factores que siempre  ha acompañado a un macho. Aquí, Riso muestra que el pensamiento machista limita al hombre a ser poderoso y dominante, y esas características son las que le permite desarrollarse en todos los ámbitos de su vida.

En sus palabras: “El derecho a sentir miedo, a fracasar, a cometer errores, a no saber qué hacer, al encantador ocio y a pedir ayuda, no nos alejan de la masculinidad, sino que nos acercan al lado humano de la misma”, Walter Riso hace referencia a que la masculinidad no depende de la idea conservadora de que los hombres deben de ser la representación humana de la fortaleza y de la falta de sentimientos. Hoy en día se debe de entender que los hombres, antes de ser hombres, son personas con derecho a fallar, sentir, aprender y vivir. No se puede esperar que ser varón dependa de cumplir los estereotipos machistas, que son los mismos que provocan consecuencias catastróficas en todo el mundo.

El psicólogo argentino aborda de una forma clara y precisa el porqué de la forma de pensar masculina y las distintas causas que obligan que los hombres no sean muy expresivos con sus sentimientos. El primer apartado del libro Intimidades Masculinas es muy interesante de leer porque Riso sabe envolver al lector en la psicología del hombre y en cómo el mismo ha intentado adaptarse a las ideas patriarcales. Del mismo modo, el autor deja implícita la idea de que debe surgir una liberación en la forma de pensar y actuar de los hombres, y la misma potencializaría las relaciones con su familia y su entorno.                                                                                                            

Bibliografía:

Riso, W. (1998). Intimidades Masculinas. Ed. Norma S.A.

          Bogotá, Colombia.

jueves, 23 de marzo de 2017

Reseña de Joly Durán (2016 - 0060)

Joly Durán
“No es tan sencillo ser, al mismo tiempo, fuerte y frágil, seguro y dependiente, rudo y tierno, ambicioso y desprendido, eficiente y tranquilo, agresivo y respetuoso, trabajador y casero”, estas son las palabras del escritor y psicólogo italiano, Walter Riso, en su libro Intimidades Masculinas, al momento de describir la difícil situación que pasan los hombres. Publicada en 1998, constando de 180 páginas, esta interesante obra nos relata sobre el mito de la fortaleza masculina y la supuesta incapacidad de los hombres para amar.

Su primera parte “¿Cuál sexo fuerte?” consta de unos acápites, el primero que habla del paradigma de la fortaleza masculina”, nos dice que la supuesta fortaleza masculina implica la fuerza muscular, la valentía, la dominancia y la seguridad en inmensas cantidades y que un hombre débil puede ser tan varonil como femenina una mujer fuerte. El segundo apartado “La desmitificación del héroe”, explica que el típico hombre gasta gran parte de su vida en parecerse a los modelos heroicos que la cultura le ha inculcado, pero que la liberación masculina busca despojar a los hombres de todo atributo sobrenatural.

El tercer acápite “Tres debilidades psicológicas masculinas”, el más interesante, nos explica los miedos que todo hombre tiene: miedo al miedo, el miedo a estar afectivamente solo y el miedo al fracaso. El cuarto acápite “Vales por lo que tienes” nos explica el porqué cada persona vale por lo que es, no por lo que tiene, haciendo alusión a lo contrario de su título.

En el apartado “todo lo puedes”, nos dice que los hombres deben aceptar sus limitaciones y que la nueva masculinidad quiere tener el privilegio de pedir ayuda y de reconocer sus errores. El último subcapítulo de esta primera parte se titula “El derecho a ser débil”, el cual nos exhorta que él no quiere dejar dicho que los hombres se conviertan en mujeres, sino que el varón tiene todo el derecho de mostrar su lado débil y femenino sin dejar de ser varón bien masculino.

Como explica Riso, es impresionante, cómo se sienten los hombres en realidad, por culpa de las costumbres, la cultura y la sociedad. Además de que debemos dejar, principalmente nosotras las mujeres, de presionar a los hombres y querer que ellos actúen de la manera que queramos. Es interesante la forma de hacer entender a los hombres que ellos pueden mostrar debilidad y su lado sentimental, y que por esto no van a ser juzgados.








Reseña de Juan Miguel Domínguez ( 2014 - 1861)


Juan Miguel Domínguez
Para muchos hombres es difícil hablar de sí mismos, de sus sentimientos y de sus emociones. Esto hace pensar que los vuelve menos masculinos o menos hombres, lo cual presenta que es un arcaico pensamiento de la sociedad que lleva mucho tiempo incrustada en la psiquis de muchas personas, o por lo menos así lo plantea en su libro “Intimidades Masculinas”  Walter Riso,  específicamente en la introducción y la parte I donde se expone muy claramente la carga social que llevan los hombres.

En esta parte “ ¿ Cuál sexo fuerte?” Riso explica que los hombres somos naturalmente humanistas y que tenemos una parte sensible, necesitada de amor y cariño, tanto como pueda; no obstante, sabemos muy bien de manera cultural que esta parte sensible es suprimida por la imagen cultural del hombre, ya que este, según la cultura general, debe ser rudo, con músculos definidos, aun así cuando su vocación sea el ejecutivo de traje y maletín, es requisito indispensable cuando se trata de atraer al sexo opuesto.

Con respecto a las mujeres,  Riso plantea que a ellas nunca jamás les atraerá un hombre con miedo, sin ambiciones y sin coraje, y para poner de pretexto, Riso lo ejemplifica en la idea de lo que es un héroe. Aquel personaje de la historia que maximiza y exagera la idea de un hombre, aquel personaje sin miedo a nadie ni a nada, fornido, líder, carismático, y con un sinfín de características y habilidades sobrehumanas. Estas características son las que han distorsionado la idea de lo que puede ser un hombre.

Riso, además, plantea que hay dos personajes más igual de interesante. Primero está el antihéroe que no necesita de gloria ni premios, que no tiene motivación por rescatar a ninguna  dama en peligro, que simplemente quiere dormir tranquilo y que no usa sus habilidades especiales para vanagloriarse. Existe otro personaje que sin gloria, ni habilidades especiales, sin necesidad de usar poderes para hacer grandes hazañas, que estudia, trabaja y consigue  comida para él y los suyos, nada más y nada menos que el hombre común, el que se equivoca y aprende de sus errores; aquel que tiene miedo, ¿miedo?, Riso explica muy bien en la primera parte de su libro los temores más comunes de los hombres.

Él propone que son tres los temores más comunes: el miedo al miedo, miedo a la soledad y el miedo al fracaso. Por naturaleza, el miedo es una característica de supervivencia muy necesaria ya que nos brinda la capacidad de minimizar riesgos absurdos, para garantizar nuestra supervivencia como especie, pero estos miedos resaltan la humanidad del hombre msmo, el ser aceptado con los defectos propios y a no ser excluido por ninguna razón, al momento que es amado por su familia y siente el afecto de su mujer; al intentar de sobresalir en la sociedad siendo reconocido por lo el buen trabajo que realiza.


Finalmente, la primera parte concluye con dos acápites muy humanos en el que se defiende al hombre; es decir, el hombre como persona vale por lo que puede hacer y por lo que puede ser, explica Riso. Además, ser humano implica que tenemos defectos en ciertas cosas y en algunas formas de actuar; no obstante, la idea distorsionada de la sociedad en la forma en que en ocasiones describe al hombre como un ser que todo lo puede, cuando simplemente se le debe reconocer que es una persona con virtudes y defectos, que puede llegar a ser tan grande como pueda esforzarse y que en su trayecto de vida no se le debe equiparar con la idea de que ser hombre significa ser indeleble  e inquebrantable. 

Reseña de Sayra Del Rosario (2015-0565)

Sayra Del Rosario
Una nueva masculinidad
Los hombres han sido víctimas de estereotipos creados por la sociedad en los que se le otorga una imagen de superhéroe, valiente, fuerte y, en algunos casos, hasta puede ser visto como insensibles y carentes de la habilidad de expresar sus sentimientos y emociones. ¿Será que los hombres realmente son incapaces de amar? ¿O existe un mandato cultural en el que se les inculca ser mejor en recibir amor que en darlo? ¿Está mal que los hombres muestren su lado “femenino”? El psicólogo italiano Walter Riso en su obra Intimidades Masculinas, publicado en 1998, responde a estas preguntas de forma clara y entretenida.

En la introducción de la obra, Riso esboza la problemática por la cual el hombre se ve envuelto en lo que a su rol establecido por la sociedad se refiere. “Ser hombre, al menos en los términos que demanda la cultura, no es tan fácil” (Riso,1998). Plantea también que el hombre ha perdido oportunidad de demostrar amor para con sus amigos e incluso sus hijos, lo afirma dando una serie de ejemplos de situaciones en las que el hombre se ve obligado a ocultar su lado afectivo para que no se le tilde de homosexual.  También sugiere que hay una nueva clase de masculinidad que desea salir a flote, en la que el hombre sea libre para dar amor, que se le proporcione el derecho de sentir miedo (sentimiento propio de todo ser humano), que se le otorgue la libertad de caer y volver a levantarse sin ser juzgado.

En la primera parte, titulada ¿Cuál sexo fuerte?, el autor expone que realmente los hombres no son tan fuertes como la sociedad ha querido dejar ver. Los hombres sienten miedo, no toleran estar solos y se siente abrumados cuando fracasan.  Riso plantea que el varón busca compensar todo esto queriendo parecer fuerte físicamente, lo cual trae como consecuencia problemas de autoestima y autoimagen. En otras palabras, el hombre se vuelve inseguro, y el miedo se adueña de sí aunque  no lo exprese.

El autor expone 3 debilidades psicológicas: Miedo al miedo, miedo a estar afectivamente solo y el miedo al fracaso. Ejemplifica las tres debilidades con situaciones de experiencia propia, que en cierta manera le da un aire jocoso al texto. Al profundizar las 3 debilidades, es posible llegar a la conclusión de que el miedo es una emoción normal y necesaria en situaciones de peligro, y por lo tanto no es de extrañarse que los hombres puedan sentirlo. En la nueva masculinidad el hombre quiere tener la opción de pedir ayuda, de dar amor, de recibirlo y dejar de ser objeto económico o de protección.

La primera parte del libro nos deja con el deseo de continuar descubriendo los aspectos ocultos de la “femineidad” masculina. Realmente es un escrito que permite entender que no solo las mujeres son víctimas de los estereotipos, sino también los propios hombres. Además, sugiere que nos quitemos las máscaras, que mostremos lo que realmente somos y sentimos, que nos demos la oportunidad de ser más seres humanos y ser menos “machos” o “princesas”.







Reseña de Osvaldo Fernández (2016 - 1229)

Osvaldo Fernández
INTIMIDADES MASCULINAS ( Parte I).
A pesar de que parezca un poco machista y posiblemente molestoso para las feministas que, en conjunto con la sociedad, hacen que el ser varón pueda, entre otras cosas, tener dificultades, en la parte I del libro “Intimidades Masculinas” titulada “¿Cuál sexo fuerte?”, se intenta demostrar lo antes planteado en la publicación hecha por Walter Riso (1998). Este plantea cómo los hombres son psicológicamente afectados por la crítica social; es decir, por la manera en que los obligan a cumplir un rol de “macho” día tras día, aparte de las creencias de que el hombre no tiene sentimientos y de los múltiples comportamientos opuestos que se les exigen.
 Esta parte I no es un tanto compleja, sino un tanto realista e ilustrativa, además de ser tratada por un autor que se percibe como con una gran experiencia en psicología y haber estudiado con anticipación la relación que existe entre el comportamiento del hombre y la sociedad. Cuando él habla de las exigencias por parte de las féminas hacia los varones, explica que estos últimos viven en un dilema, ya que mientras muchas desean un hombre cariñoso y tierno, otras no quieren tener alguien tan “empalagoso”, haciendo esto que el varón tenga la necesidad de mostrar diferentes personalidades para no ser tildado de homosexual. También expresa que lo mismo sucede con la sociedad, ya que un hombre que presenta sentimientos para esta puede no parecer algo muy masculino.
 Riso, en la primera parte del libro trata de convencer de que realmente al igual que la sociedad, las féminas tienen mucho que ver en cómo los varones se comportan. En virtud de esto, para personas con este mismo punto de vista les resultaría muy interesante la lectura del libro. Mientras que para otros o especialmente las feministas podría resultar ser una postura molestosa, ya que podrían sentirse ofendidas por el autor al querer depositarle un poco la culpa por el dilema de la masculinidad del hombre.
 Walter Riso presenta sus  argumentos de una ordenada, en ocasiones extensos, pero bien concluidos, abordando múltiples factores de la masculinidad. Uno de ellos es “El paradigma de la fortaleza masculina”, que explica cómo los hombres se sienten frustrados por no tener fuerza, tanto física como psicológica, ya que para las mujeres esto no es muy atractivo. También se presenta sus debilidades psicológicas, donde se detalla cómo los varones pueden sentir miedo por cosas que, como ser humano son aceptables, pero para la sociedad y para algunas féminas no lo es, ya que si se sienten acobardados por algo puede ser una muestra de homosexualidad. Por otro lado, se argumenta sobre cómo los “machos” se intimidan por el fracaso y cómo reclaman el derecho a ser débiles, es decir, a poder demostrar sus sentimientos sin ser tildado de “mujercita”.
 Los hombres tienen sentimientos al igual que cualquier mujer, pero con todas estas creencias sobre cómo tiene que comportarse un varón no es fácil mantenerse siempre complaciendo los atributos que otras personas quieren que tengas. Aparte de siempre tener que estar derrochando masculinidad sin demostrar ningún sentimiento solo por lo antes mencionado, es algo difícil de debatir. Por lo tanto, la lectura de este libro es muy interesante; eno de realismo, que le muestra al varón por qué en ocasiones se siente tan acogido por su ambiente, además de la explicación detallada y ejemplificada de algunos de los elementos causantes de este sentimiento.